Con la llegada del primer lunes de Pascua toca hacer balance de todo lo realizado a lo largo de la Semana de Pasión, tan cargada de incertidumbre por la inestabilidad climatológica.
Con la víspera, llegó el montaje de nuestro paso de palio en la Iglesia de Santa María, que contó con un numeroso grupo de hermanos que poco a poco iban completando el altar itinerante de Nuestra Señora de Gracia.
Y entre tanto, llegó el Lunes Santo. Este año, el cortejo azul y blanco se dio cita en la Iglesia de Santa María, como no ocurría desde el año 2005 debido al estado en el que se encontraba el Templo. Puntual, la Cofradía puso la cruz de guía en la calle a las 21.15 h. recorriendo el itinerario habitual y regresando sobre las 2.15 h. de la madrugada. Nuestra Señora de Gracia lució bellísima un tocado de tul bordado en pedrería y lentejuelas en dos colores; y por primera vez en la calle, presentó sobre su pecho un puñal, donado por su vestidor: Juan López Jiménez. Novedad fue también el llamdor, estrenado en una primera fase y que representa una vista frontal de la Colegiata de Santa María. Factores como el buen hacer de los costaleros, la elección de las marchas y la agradable estabilidad de la climatología, hicieron de esta noche de Lunes Santo una Estación de Penitencia para recordar durante muchos años. Destacar la excelente labor de la Agrupación Musical de la Hermandad, que demostró la constancia y superación que durante los últimos meses vienen realizando.
Tras la Estación de Penitencia, se invitó a todos los hermanos a un degustar un aperitivo. Más tarde, costaleros, Agrupación Musical y Junta de Gobierno se dieron cita para cenar como es costumbre desde hace unos años.
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